Trial of Award Winning Journalist José Rubén Zamora ‘Marred by Severe Fair Trial Violations’
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The award-winning Guatemalan journalist José Ruben Zamora was tried and convicted in 2023 on charges of money laundering and sentenced to six years in prison. A TrialWatch Fairness Report released today assigns the trial a grade of F, finding numerous breaches of international and regional fair trial standards and concluding that Zamora’s prosecution and conviction “appear to be in retaliation for his work as an investigative journalist reporting on government corruption.”
Zamora’s case is part of a broader crackdown on anti-corruption work in Guatemala, where “journalists and media outlets who investigate or criticize corruption and human rights violations face harassment campaigns and criminal prosecution,” according to Reporters Without Borders. Zamora was tried alongside a former anti-corruption prosecutor.
This week, Zamora faces trial in another case, based on information provided by the same complainant who sparked his money laundering trial. At the same time, an appeals court has ordered his retrial in the money laundering case—a decision currently on appeal to the Supreme Court. The TrialWatch report raises strong concerns about any retrial, as it would be governed by the same unfair decisions from earlier in the proceedings that excluded defense evidence at his first trial.
TrialWatch monitored Zamora’s first trial through its partner, the American Bar Association Center for Human Rights. “The trial was marred by severe fair trial violations,” said Camilo Sánchez, TrialWatch’s expert on the case and Director of the International Human Rights Clinic at the University of Virginia School of Law.
Zamora’s arrest came days after elPeriódico, the newspaper he founded, published an article critical of Guatemala’s former President Alejandro Giamattei. His trial appeared to be riddled with irregularities. For example, his defense lawyers alleged that they were not given proper access to documents and evidence against Zamora, and they were not allowed to submit evidence or call witnesses in Zamora’s defense. Zamora had significant challenges in maintaining legal representation during the proceedings, going through ten defense lawyers, four of whom were themselves subjected to criminal prosecution. Further, the report finds that the trial court “convicted Mr. Zamora of money laundering by erroneously reversing the burden of proof” and requiring the defense rather than the prosecution to prove the origin of the money.
“The court’s failure to recognize and address these deficiencies further underscores the trial’s unfairness.” Sánchez highlighted “the court’s outright rejection of all defense witnesses, despite their evident relevance” as “a blatant miscarriage of justice.”
Zamora’s detention is under review by the UN Working Group on Arbitrary Detention. He is 67 years old, has been kept in solitary confinement up to 23 hours per day, and reportedly has lost 16 kgs while in detention. Due to financial pressures exacerbated by the legal proceedings against him and the crackdown on elPeriódico, the paper had to shut down last year and Zamora’s wife reportedly had to leave the country because of concerns that she could be targeted by the government.
TrialWatch calls on Guatemala to stop any retrial as it, like the original trial, would be tainted by unfair decisions earlier in the proceedings. TrialWatch further calls upon the Guatemalan Supreme Court to quickly address the fair trial violations in Zamora’s original trial.
Juicio del galardonado periodista José Rubén Zamora “empañado por graves violaciones de las garantías procesales”
El galardonado periodista guatemalteco José Rubén Zamora fue juzgado y condenado en 2023 por cargos de lavado de dinero y sentenciado a seis años de prisión. Un informe de Imparcialidad de TrialWatch, publicado el día de hoy, calificó el juicio de Zamora con una “F”. Se constató la existencia de numerosas vulneraciones de las normas internacionales y regionales sobre juicios justos y se concluyó que el enjuiciamiento y la condena de Zamora “parecen ser una represalia por su trabajo como periodista de investigación que informa sobre la corrupción gubernamental”.
El caso de Zamora forma parte de una represión más amplia de la labor anticorrupción en Guatemala, donde “los periodistas y medios de comunicación que investigan o critican la corrupción y las violaciones de los derechos humanos son objeto de campañas de acoso y persecución penal,” según Reporteros sin Fronteras. De hecho, Zamora fue juzgado al mismo tiempo que una exfiscal anticorrupción.
Zamora se enfrenta esta semana a un juicio en otro caso, basado en la información facilitada por el mismo denunciante que precipitó su juicio por lavado de dinero. A la vez, un tribunal de apelación ha ordenado un nuevo juicio contra él en el caso de lavado de dinero. Esta decisión se encuentra en fase de apelación ante el Tribunal Supremo. El informe de TrialWatch suscita graves preocupaciones sobre cualquier nuevo juicio; ya que éste se verá limitado por las mismas decisiones injustas de fases previas del procedimiento que excluyeron las pruebas de la defensa en su primer juicio.
TrialWatch monitoreó el primer juicio de Zamora a través de su socio, el Centro de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Estados Unidos. “El juicio se vio empañado por graves violaciones de las garantías procesales”, afirmó Camilo Sánchez, evaluador experto del caso y también director de la Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia.
Zamora fue detenido días después de que El Periódico, el diario que fundó, publicara un artículo crítico del expresidente de Guatemala Alejandro Giamattei. Su juicio pareció estar plagado de irregularidades. Por ejemplo, sus abogados defensores alegaron que no se les dio acceso adecuado a los documentos y pruebas contra Zamora, y no se les permitió presentar pruebas o testigos en defensa de Zamora. Zamora enfrentó considerables dificultades para mantener su representación legal. Tuvo que recurrir a diez abogados defensores, cuatro de los cuales fueron objeto de acciones penales. Además, el informe concluye que el tribunal de primera instancia “condenó al Sr. Zamora por lavado de dinero, invirtiendo erróneamente la carga de la prueba” al requerir que la defensa y no la fiscalía demuestre el origen del dinero.
“El hecho de que el tribunal no reconociera ni subsanara estas deficiencias pone aún más de relieve la falta de imparcialidad del juicio”. Sánchez recalcó que “el rechazo categórico del tribunal de todos los testigos de la defensa, a pesar de su evidente relevancia” constituye “un manifiesto y grave error en la impartición de justicia”.
El Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria está revisando la detención de Zamora. A Zamora, de 67 años de edad, se lo ha mantenido en régimen de aislamiento, donde pasa hasta 23 horas al día en su celda, y habría perdido 16 kg durante su detención. Debido a las presiones financieras, agudizadas por la persistente represión contra él y la dura persecución de El Periódico, éste tuvo que cerrar el año pasado. Además su esposa habría tenido que abandonar el país porque la familia temía que pudiera ser perseguida por el gobierno.
TrialWatch hace un llamado a Guatemala para que no se proceda a un nuevo juicio ya que, como el juicio original, éste estaría viciado por decisiones injustas tomadas en fases anteriores del procedimiento. TrialWatch pide a la Corte Suprema de Guatemala subsanar sin demora las violaciones del derecho a un juicio imparcial ocurridas en el juicio original de Zamora.